(A la memoria de Camila Borda)
“Dime que esto no ha pasado
Tú dime que el barrio a olvidado
Mañana todo habrá cambiado
Y esto será solo un
horrible recuerdo”
Porta
Por Cristian Sebastián Molina
Los domingos juninenses son un clásico
en una ciudad que a pesar de sus cerca de cien mil habitantes mantiene cierto
aire pueblerino; almuerzos familiares numerosos, fútbol de la liga local y
paseos por el Parque Borchex o la Laguna de Gómez representan los planes más
convocantes.
Sin embargo; la serenidad del
domingo 25 de febrero de 2018 se vio alterada cuando la Comisaría 1° recibía el
alerta de la mamá de Camila Borda denunciando la desaparición de su hija, quien
cerca del mediodía salió en su bicicleta para hacer un mandado y jamás regresó.
Jamás regresó.
Vecinos del barrio Ricardo Rojas
junto a familiares de Camila comenzaron la búsqueda mientras la mamá recorría
la zona junto a la Policía Local. Las redes sociales inundadas con una foto de
la menor viralizaban la búsqueda.
En tiempos donde las estadísticas
son alarmantes y muestran que cada 30 horas muere una mujer, la búsqueda se
tornaba incesante y apremiante. Cerca de las 16 hs. llegaba el peor desenlace
cuando a pocos metros de su propia casa, encontraban a la menor asesinada en
una Casa Quinta y detenían al “casero” del lugar.
El monstruo de José Carlos Varela
había cometido el femicidio y nueve meses después era condenado a reclusión
perpetua aunque ya nada fuese lo mismo cuando el resultado final era una vida
por descubrir y miles de sueños por concretar terminaban truncados por el
accionar de una bestia.
El barrio vivió momentos de bronca,
angustia y mucho dolor. Vecinos intentando hacer justicia por mano propia, las
fuerzas policiales que entienden que seguridad es sinónimo de desparramar balas
por doquier y la noticia que rápidamente llegaba a la prensa nacional.
Caía la tarde y Junín aparecía en
primera plana aunque nuevamente por un hecho lamentable y llegando tarde como
sociedad.
Y otra vez llegamos tarde...porque a Camila
Borda de 11 años le arrancaron la vida, sus sueños y dejaron una familia
sumergida en un dolor irremplazable con la pérdida de una hija.
Y otra vez llegamos tarde...porque
el poder político confunde Defensa con Seguridad y la primera medida tras el
femicidio fue llenar de policías el Municipio y la casa del Intendente
Municipal ante la posible llegada de un malón barrial que perturbara la paz
social.
Y otra vez llegamos tarde...porque
cuando más respuestas necesitaban la familia de Camila y la sociedad juninense
el Intendente solamente apareció utilizando Twitter para expresarse. Solamente
la presión mediática del caso hizo que concediera una entrevista a un medio
nacional.
Y otra vez llegamos tarde...porque
cuando los hechos se desarrollaron en un radio no mayor a 300 metros, la
(in)acción policial no podía encontrar a Camila hasta que un grupo de chicos
los advirtió de donde estaba la bicicleta y posiblemente la menor y así poner
fin al misterio.
Y otra vez llegamos tarde...porque
atrás quedan declaraciones, convenciones e instituciones que bregan por la
integridad y derechos de la niñez cuando el futuro de Camila, una menor de once
años, fue arrancado de raíz.
Y otra vez llegamos tarde...porque
desde hace tiempo la seguridad en Junín es tema de agenda y las fuerzas de
seguridad son blanco de fuertes críticas por su accionar. En un intento por
demostrar fuerzas, el titular de la Jefatura Departamental declaraba a un
diario local (el día anterior al homicidio) que “la seguridad no se nos fue de
las manos, está controlada”.
Sin embargo, uno de los principales
puntos en el pedido de justicia de la familia de Camila, es que se hizo caso
omiso a las reiteradas denuncias por intento de abuso contra menores del barrio
que había tenido anteriormente el homicida Varela.
Y otra vez llegamos tarde, porque el
poder mediático no esboza un mínimo espacio de reflexión y análisis real de la
problemática lejos de la cobertura sensacionalista habitual a la que estamos
acostumbrados.
En septiembre de 2011, el Indio
Solari tocó en Junín. Cuando sonaban los primeros acordes de la “Murga de la
Virgencita” conmovido por el crimen de Candela Rodríguez lanzó al público
presente “cuiden a las nenitas del barrio…”
Febrero de 2018 y lamentablemente en
nuestra ciudad, otra vez llegamos tarde…
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